PINTURA EN PERSISTENCIA
PINTURA EN PERSISTENCIA
Persistente es el adjetivo que califica a las personas tenaces que no desfallecen en su esfuerzo y empeño, Del latín Per que significa acción completa y Sistere que deviene de Stare, que significa estar en pie o tomar posición. Se ha cumplido el primer plan quinquenal que comenzó el 2013 con el proyecto “Catalepsia”, que levantara una hipótesis de trabajo en el campo de la pintura local. El proyecto “De la Porteña Pintura”, resulta la segunda fase por establecer una reflexión crítica y de aceleración de estadio del acontecer pictórico de las ultimas 50 décadas en Valparaíso. Liderado por el artista Francisco Olivares, el ciclo Persistencia aborda las complejidades de las consecuencia, expansión y vigencia de la disciplina pictórica en la ciudad como lenguaje contemporáneo. Persistencia revisas los fenómenos del acontecer de estas obras, luego de un acompañamiento razonado, que estimula las habilidades intelectuales de los pintores y pintoras de manera expansivas para la concreción de obras plásticas de incidencia social. Persistir pintando es un acto político de consecuencia, un bien escaso en el devenir cultural de la ciudad.
Participan: Orielle Bernal, Luisa Ayala, Francisco Olivares, Cesar González, Benjamín Jara y Fernando Torterolo
Curador: Henry Serrano
PINTURA EN PERSISTENCIA Texto de Sala
El presente texto se enmarca en el segundo ciclo, de tres, a saber, Pintura en Resistencia, Pintura en Persistencia y Pintura desplazada. Estos tres ejes sugieren tres enfoques de la producción pictórica en la ciudad de Valparaíso. Lo anterior es parte de la hipótesis revisionista, planteada por la curaduría general del artista Francisco Olivares en el marco del proyecto de la Porteña Pintura.
Persistir en la pintura supone para esta curatoria tres plataformas “de hacer” generales. La pintura desde la gestualidad o de acción, la pintura sígnica caligráfica, y aquellas que operan en el espacialismo cromático. En resumen, estas tres formas de hacer y entender contienen las operaciones mínimas y depuradas de este grupo de artistas.
Francisco Olivares, Orielle Bernal, Luisa Ayala, Cesar Gonzales, Fernando Torterollo, Benjamín Jara. Comparten la estrategia de la persistencia, como parte de su formación en bellas artes, pero esta misma condición les ha permitido desarrollar la táctica desde la pintura hacia una pictoricidad. Esta condición implica cierto grado de insistencia positiva, que por un lado reivindica la matriz pictórica, entendida como episteme de los traspasos y traducciones entre dispositivos de representación heterogéneos y polivalentes y a su vez habilita, bajo regímenes de insistencia el avance por explorar las complejidades de lo pictórico desde diversas materialidades. Pasar de la pintura a la pictoricidad implica comprensiones cromáticas, materiales y tecnológicas que se ponen al servicio de otra forma de entender la pintura y el pintar.
La estrategia de la persistencia en la pintura tiene el efecto de desviar el discurso crítico de la imagen, hacia el análisis plástico, esta redirección, tiene efectos directos hacia los criterios internos de la pictoricidad como fenómeno de producción de obra, pues permite abandonar el dominio de las evaluaciones normativas de su propia condición.
Persistir en la pintura como operación de contemporaneidad, articula la mecánica misma del concepto, es decir solo se persiste para avanzar, la condición de avance a su vez contiene un propósito estructural, que es la propia Pintura. Persistir implica la comprensión de la merma en la producción y su administración razonada, permite avanzar. Esto es lo que logran estos artistas.
Desde las condiciones de producción pictórica local, “Persistir es la Condición”, y la consigna-. Podríamos decir entonces que “Pintura en Persistencia” conmina a pensar el estatuto de la pintura en un estado mayor, que avanza al terreno de la pictoricidad de la imagen, en la época de la pantalla y de las extensiones protésicas y las tensiones éticas de la imagen. Explorar la articulación entre medio y soporte en la pintura local implica la posibilidad de un traspaso por fuera del cuerpo de la pintura (un traspaso inter-medial) y, por ende, a la apertura de nuevos regímenes y mutaciones del soporte y de la pintura en sí misma. Pintura en Persistencia como hipótesis central obliga a la revisión de una genealogía de este problema en la perspectiva de la estética contemporánea y del destino de la pintura después del mal llamado “fin” de la pintura.
Estos pintores y pintoras en estado de “persistencia” han construido estrategias que permiten “Pensar la pintura”, esto significa; en este caso, abrir camino a una hipótesis desde la pintura hacia la pictoricidad iniciando una dialéctica específica local que le sea propia. De la Porteña Pintura, como proyecto, y Pintura en Persistencia permitirá ampliar y expandir el debate de su rol en la contingencia cultural de la ciudad y el país. Inaugurando nuevas formas en la comprensión de este que hacer a nivel local.
Imágenes y digitalización Claudia Pinto Muñoz www.claudiapinto.cl